Dracma de Emporion MIB 1/237

Las primeras monedas acuñadas en la Península Ibérica fueron las emitidas a finales del siglo VI a.C. en la colonia griega focense de Emporion (Ripollès y Chevillon, 2013), situada en el Golfo de Roses y cuyo yacimiento podemos visitar en el término municipal de L´Escala, en Girona.

Ampurias (Empùries) fue fundada hacia el 575 a.C. en el extremo sur del Golfo de Rosas por griegos de Focea, ciudad jonia situada a la entrada del golfo de Esmirna, en la Anatolia. Su nombre, que significa «mercado», ya indica los motivos de su fundación, el comercio. Su relación con la población indígena, los indiketes, fue fructífera para ambos. El gran desarrollo del intercambio comercial hizo que pronto se convirtiera en puerta de entrada y salida para la Península Ibérica y así creciera y se transformase en un gran centro neurálgico. Es precisamente este hecho el que motivó la necesidad del inicio de la producción monetaria en la colonia.

Fue Amorós el primero en realizar un estudio sistemático y riguroso de sus acuñaciones (Amorós, 1933). Bastante años después, en 1957, Guadán elaboró un nuevo trabajo (Guadán 1955-56 y Guadán 1957-58) a la luz de los nuevos hallazgos y utilizando una nueva metodología, aunque no salieron a la imprenta hasta 1968 y 1970, respectivamente. Los podéis descargar en el siguiente enlace: dipòsit digital de documents de la UAB

 

Finalmente sería Villaronga el que realizó un completo estudio sobre las acuñaciones de Rhode, Emporion y de las dracmas ibéricas de imitación emporitana en 5 volúmenes editados por la Societat Catalana d´Estudis Numismàtics como Complements d´Acta Numismàtica 2, 3, 5, 7 y 8 (Villaronga 1997, 1998, 2000, 2002 y 2003 respectivamente).

 

Dracma de Emporion. MIB 1/237 (col. Francis Suárez), ex-Villa Sivill, ex-Guadán.

El ejemplar que presentamos procede de la subasta Soler & Llach on-line del 01/12/21 y presenta en su anverso una cabeza femenina (Artemis) de pequeño tamaño y de estilo romanizado rodeada de tres delfines, y en su reverso un pegaso con la cabeza modificada (crisaor), sin ningún símbolo, y debajo la inscripción griega parcialmente visible (emp)oriton. Tras un fructífero (y divertido) trabajo de investigación hemos conseguido obtener la trazabilidad del mismo: Se desconoce a qué hallazgo correspondería, pero sabemos que Villa Sivill fue su primer propietario conocido y que luego pasó a formar parte de la colección de Antonio M. de Guadán.

Se corresponde con el tipo MIB 1/237. Villaronga lo encuadra en su 2º grupo, con el busto femenino de estilo romanizado, en concreto el tipo 7 (anverso 4 / reverso 1) (Villaronga, 2002).

Pesa 4,17 g y tiene el eje de cuños a las 3h. 

Aunque no se ha podido establecer una cronología segura ni precisa, se considera que la serie a la que pertenece la dracma que nos ocupa quizá podría haber sido acuñada cerca del cambio de siglo III al II a.C., relacionada con los acontecimiento de la II Guerra Púnica en el que Emporion desarrolló un importante papel como suministradora de moneda para sufragar los gastos financieros y bélicos del bando romano (aunque las dracmas ibéricas que las imitaban tuvieron el verdadero papel protagonista), o probablemente más tarde, ya en pleno siglo II a.C.

JOSEP VILA SIVILL

Josep Vila Sivill (1904-1967)

El primer propietario de este ejemplar fue Josep Vila Sivill. Este empresario catalán reunió una impresionante colección de moneda catalana, hasta el punto de conseguir unas 4.500 de las aproximadamente 5.000 distintas conocidas.

Nacido en 1904 en la masía Cal Muntaner, en Rubió (Barcelona), con veinte años marchó al barrio de Sant Martí de la capital condal donde acabó convirtiéndose en uno de los fundadores de la primera fábrica de plumas estilográficas de España y de los primeros bolígrafos de Europa. La pluma «Regia» (1942) en sus distintos modelos fue un éxito por sus diseños y calidad, aunque ya antes habían fabricado las marcas «Antinia», «Atlántida» e «Imperia». Y en 1946, siguiendo un prototipo argentino, fabricó el primer bolígrafo de Europa, con el nombre de «Regia Continua». Más tarde también produjo bolígrafos de la marca francesa BIC.

Pero no sólo fue un empresario de éxito sino también una personalidad muy conocida por su compromiso político y cultural con el catalanismo. Ya en 1927 creó la «Agrupació Cultural Atlàntida» para recuperar la cultura catalana perseguida por Primo de Rivera. Militó en la agrupación independentista «Nosaltres Sols!» y en la «Associació Protectora de l´Ensenyança Catalana». Durante el franquismo financió y subvencionó la edición de libros en catalán, y en 1943 fundó, con otros empresarios, la entidad «Benèfica Minerva», germen de «Òmnium Cultural» surgido en 1961.

Organizó y financió como presidente del Cercle Filatèlic i Numismàtic de Barcelona las dos primeras Exposiciones de Numismática Catalana de 1952 y 1963.

 

Medallas conmemorativas de la I y II Exposición Numismática Catalana

 

El apartado de moneda antigua de la colección Vila Sivill que contenía 230 dracmas emporitanas fue adquirido conjuntamente por tres prestigiosos coleccionistas por la cantidad de 191.700 pts. Se trataba de Leandre Villaronga, Joan Almirall y Antonio Manuel de Guadán, que se repartieron los ejemplares entre ellos (Villaronga, 2011-2012, p. 9).

Precisamente nuestra dracma pasó a engrosar la colección de este último, Antonio M. de Guadán. Veamos cómo dimos con ello.

Villaronga, en su obra «Les dracmes emporitanes de principi del segle II a.C.» (Villaronga, 2002), nos puso sobre la pista, pues fotografía este mismo ejemplar y le asigna el número 365 de su repertorio, encuadrándolo en el grupo 2, de un estilo más romanizado y correspondiente al grupo Amorós VII (Amorós, 1933). La peculiar forma de su cospel hace que sea muy fácil identificarla, como vemos. Y ahí hace constar que se trata del ejemplar Guadán-367.

 

Por consiguiente, no tuvimos más que acudir a la anteriormente citada obra de Guadán, el volumen II de «Las monedas de Plata de Emporion y Rhode» (Guadán 1957-58), donde cataloga estas piezas. Y buscando ese nº 367 nos encontramos con esto:

Las monedas de plata de Emporion y Rhode, vol II, p. 159

De este modo pudimos certificar que este ejemplar perteneció a su colección particular (y que antes fue de la de Vila Sivill), así como que se desconoce el hallazgo del que procedía.

ANTONIO M. DE GUADÁN

Antonio Manuel de Guadán Láscaris (1912-1993) fue una de las figuras de la Numismática española de la segunda mitad del siglo XX. A destacar que fue uno de los principales impulsores de la Asociación Numismática Española (ANE), así como socio de la Sociedad Iberoamericana de Estudios Numismáticos (SIAEN) y colaborador habitual de la revista Nvmisma.

Es interesante señalar que su tío Eugenio Láscaris (Lascorz en la partida de nacimiento) se proclamó pretendiente a la corona de Grecia al reivindicar su apellido como el Láscaris-Comneno de la familia real. Esto generó controversia y su postura fue rebatida en ciertos sectores genealogistas. Precisamente por este presunto origen griego mantenido en la tradición de su familia materna, Antonio M. de Guadán siempre tuvo predilección por las monedas de las colonias de Emporion y Rhode, así como de las bizantinas y de las de la Grecia antigua en general, escribiendo varias obras y artículos sobre ellas. Es más, en su obra «Algunas consideraciones sobre el arte monetario de los griegos» (Guadán, 1972) incluso firma como Antonio Manuel de Guadán y Láscaris Comneno.

Conocemos el ex libris con el que este numísmata marcaba los libros de su biblioteca, y albergamos la sospecha de que llegó a utilizar otro distinto, no sabemos si antes o después, basándonos en algunos indicios. El primer ex libris aquí fotografiado viene en el libro «La Córdoba hispano-romana y sus monedas» de Chaves Tristán (gentileza de nuestro amigo Numisma) y el segundo en el «Catalogue des Monnaies et des medailles Antiques…» que es el catálogo que elaboró A. Delgado en 1857 para la venta de la colección Lorichs, ahora en nuestra biblioteca. Como vemos, este segundo ex libris lleva el mismo lema en latín, «el que no avanza, retrocede», que el primero, en el que no hay duda pues figura su nombre. No es una leyenda habitual, por lo que se trata de una coincidencia interesante. Pero es que además, aunque no hemos podido identificar el escudo heráldico, el escudete central sí que es el de la casa imperial de Láscaris-Comneno (del resto sólo podemos decir que la cruz es la denominada Cruz de Occitania y, bajo ella, el castillo que representa Castilla), lo que da una pista importante de que seguramente se trate del mismo propietario.

Ejerció profesionalmente como Administrador de Aduanas. Mientras residía en Santander viajó por unos días a Barcelona a dar unas conferencias sobre las dracmas emporitanas, de las que era especialista, y entró en contacto con Leandre Villaronga, con quien entabló amistad. Más tarde se trasladó por razones de su cargo a Portbou y finalmente a Barcelona, lo que hizo que su relación fuese más asidua y estrecha. Villaronga reconoce en él a un maestro, de cuyos consejos se animó a escribir sus primeros estudios numismáticos. Establecieron un plan de trabajo: Guadán estudiaría las monedas de plata de Rhode y Emporion, y más tarde de Gadir, y Villaronga haría lo propio con las de Arse-Sagunto, y más tarde con las hispanocartaginesas (Villaronga, 2011-2012, p. 11).

En la subasta Vico-159 salieron a la venta casi dos centenares de monedas griegas de su colección que al parecer previamente la casa Vico había comprado hacía una treintena de años por encargo de un coleccionista.

Estátera de Aspendos (Panphylia). (col. Francis Suárez)  ex-col. Guadán-2426

 

BIBLIOGRAFÍA:

Guadán, 1955-56: Antonio Manuel de Guadán Láscaris, Las monedas de Plata de Emporion y Rhode, vol I. Anales y Boletín de los Museos de Arte de Barcelona, vol XII, 1955-56. Barcelona.

Guadán, 1957-58: Antonio Manuel de Guadán Láscaris, Las monedas de Plata de Emporion y Rhode, vol II. Anales y Boletín de los Museos de Arte de Barcelona, vol XIII, 1957-58. Barcelona.

Guadán, 1972: Antonio Manuel de Guadán y Láscaris Comneno, Algunas consideraciones sobre el arte monetario de los griegos. Publicações da Sociedade Portuguesa de Numismática, CLVII. Porto. 1972.

Amorós, 1933: José Vicente Amorós Barra, Les dracmes empuritanes. Junta de Museus, Gabinet Numismatic de Catalunya, serie A, nº 2. Barcelona, 1933.

Ripollès y Chevillon, 2013: Pere Pau Ripollès y Jean Albert Chevillon: The archaic coinage of Emporion. The Numismatic Chronicle 173.

Villaronga, 1997: Leandre Villaronga. Monedes de plata emporitanes dels segles V-IV aC. Complements d´Acta Numismàtica 2. Societat Catalana d´Estudis Numismàtics. Barcelona, 1997.

Villaronga, 1998: Leandre Villaronga. Les dracmes ibèriques i llurs divisors. Complements d´Acta Numismàtica 3. Societat Catalana d´Estudis Numismàtics. Barcelona, 1998.

Villaronga, 2000: Leandre Villaronga. Les monedes de plata d´Emporion, Rhode i les seves imitacions, de principi del segle III a.C. fins a l´arribada dels romans, el 218 a,C. Complements d´Acta Numismàtica 5. Societat Catalana d´Estudis Numismàtics. Barcelona, 2000.

Villaronga, 2002: Leandre Villaronga. Les Dracmes Emporitanes de principi del segle II a.C. Complements d´Acta Numismàtica 7. Societat Catalana d´Estudis Numismàtics. Barcelona, 2002.

Villaronga, 2003: Leandre Villaronga. La plata emporitana del la segona guerra púnica, final del segle III a.C. Complements d´Acta Numismàtica 8. Societat Catalana d´Estudis Numismàtics. Barcelona, 2003.

Villaronga, 2011-2012: Leandre Villaronga. Introducció: Records. Acta Numismática 41-42. Societat Catalana d´Estudis Numismàtics. Barcelona, 2012.

 

Esta entrada se la dedico a mi buen amigo Luis Ángel Martín (Lamartin). Me sobran los motivos.

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